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El vendedor de pájaros

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El vendedor de pájaros es uno de los personajes clave de esta novela de Robert Brasillach ya que a su alrededor orbita todo un pequeño universo de personajes muy parisinos de los años 30. Tres jóvenes estudiantes de la Sorbona entre los cuales se encuentra la joven y apuesta Isabelle; una tendera, Marie Lepetitcorps, cuya vida solitaria marcada por su pasado se ve de repente alterada y colmada –por culpa de otro personaje clave: el Cabritillo– con la aparición de dos muchachos desorientados: Serge y Michel.
El vendedor de pájaros es la tercera novela de Robert Brasillach.

Descripción

El vendedor de pájaros es uno de los personajes clave de esta novela de Robert Brasillach ya que a su alrededor orbita todo un pequeño universo de personajes muy parisinos de los años 30. Tres jóvenes estudiantes de la Sorbona entre los cuales se encuentra la joven y apuesta Isabelle; una tendera, Marie Lepetitcorps, cuya vida solitaria marcada por su pasado se ve de repente alterada y colmada —por culpa de otro personaje clave: el Cabritillo— con la aparición de dos muchachos desorientados: Serge y Michel.
El vendedor de pájaros es la tercera novela de Robert Brasillach.
El niño se había quitado la gorra y balanceaba sus piernas metódicamente. Las jaulas estaban colocadas entre los dos personajes. De vez en cuando, el chiquillo se inclinaba para mirarla y hacía una pregunta precisa, con un tono seguro que desmontaba un poco los argumentos del anciano. Sin embargo este se atrevía, respondía con una tranquilidad y una confianza que tal vez no había experimentado jamás en su vida. Si le hubiesen preguntado por qué iba a un parque tan lejano, él, que vivía en la Montagne-Sainte-Geneviève, hubiese respondido con toda sinceridad que venía para encontrarse con aquel crío a quien apreciaba mucho, y eso que, de aquel crío, no sabía ni tan siquiera su nombre y solo lo conocía desde hacía cinco minutos.

Robert Brasillach es patrimonio de Francia.
Patriota y niño prodigio que levantó incluso la envidia y los celos de los buques insignias con los que a veces se le compara (Céline y Drieu de la Rochelle) pero que no ha gozado del mismo trato que estos.
Finalista del Premio Goncourt en 1939, su pluma, sin embargo —a pesar de ser sublime su forma de escribir y su sensibilidad no es tan
conocida como las sombras y polémicas que rodearon a su persona.
Crítico de cine, responsable de la crónica literaria de Acción Francesa y autor de novelas y un poemario fantástico, a partir de 1939 dirigió el combativo periódico Je suis partout.
Seis años más tarde, en un juicio rápido por colaboracionismo con los nazis, fue condenado a muerte a pesar de que intelectuales de todos los signos políticos firmaron una petición para que el General De Gaulle le conmutara la pena.

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